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viernes, 23 de diciembre de 2011

La Cervecería de Andrés Ebner, Santiago

En este periplo entre la historia y el coleccionismo, hoy les mostraré la cervecería de“Andrés Ebner”, que estuvo instalada en el sector norte de Santiago de Chile, y que formó parte de las cervecerías precursoras de la Compañía Cervecerías Unidas, CCU.
Andres Ebner y su Señora Caroline Bielefeld
Andreas (Andrés) Ebner Aussenhofer nace el 11 de Enero de 1850, en Lauingen, Bavaria, Alemania, y estudia cervecería en la Universidad, en la colina de Weihenstephan, en Freising. Contrae matrimonio en Chile, con Caroline Bielefeld Kaiser, a quien había conocido en Perú, y con quien tiene 12 hijos. Andrés era católico y Caroline era luterana, al contraer matrimonio se casaron por ambas iglesias; y posteriormente sus hijos varones fueron católicos y las hijas luteranas.
En 1872,  Ebner inicia su trabajo como empresario cervecero, de manera artesanal y tal vez trabajando para otros reconocidos cerveceros de la época. En el año 1875, Ebner formaliza la Sociedad Fábrica de Cerveza Andrés Ebner. En 1878, compra a la familia Koch una planta cervecera en la ribera norte del río Mapocho, que había sido fundada en 1850 por Johann Valentín Koch, un alemán también de origen bávaro.   Tras el incendio  de esta fabrica, Ebner se traslada en 1880 a La Cañadilla 145, comprando a Adolfo Pohlmann, la planta La Estrella que ya existía en el lugar. Entre 1885 y 1888, la empresa se expande con el aporte de capital de sus dos hermanos Juan y Antonio. Después de 1890, Ebner comienza a involucrar a sus hijos en la empresa, dejando a los mayores en labores administrativas. A fines de la misma década envía además a sus dos hijos menores a Heidelberg, Alemania, para realizar estudios de  cervecería y adquirir en el viejo continente nuevos conocimientos sobre la materia. 

En diciembre de 1905 y aquejado de un cáncer, don Andrés Ebner, fallece.  La empresa pasa a manos de su hijo Maximiliano Ebner Bielefeld, quien al poco tiempo vende parte de la Fábrica, a la Sociedad Gubler-Cousiño, empresa de la cual nacería la Compañía de Cervecería Unidas (CCU).


Fachada del edificio que fuera la famosa Cervecería Ebner, construida en 1880, en calle La Cañadilla 145, hoy Av. Independencia Nº 565, Santiago.  Entre 1885 y 1888, Andrés Ebner renueva la fachada del edificio, y construye además en el sector sur (véase lado derecho de la fotografía), lo que se convertiría en su oficina y nuevo hogar. (Esta sección del edificio, perpendicular a la fachada, presuntamente fue concebida por el Arquitecto Alemán, avecindado en Chile, Adolfo Müller). A pesar de que en 1984, gracias al Decreto Supremo 646, este edificio pasa a ser considerado monumento histórico, hoy se encuentra en manos de particulares, y en el deplorable estado en que se aprecia. 

La empresa Ebner fue innovadora para su tiempo, aparte de contar con la primera planta del país productora de hielo, (50,000 kg. de hielo-día), en 1902 introdujo la gaseosa  Bilz  en el mercado chileno. Esta bebida no alcohólica es creada por el naturópata alemán, Friedrick Eduard Bilz, y comercializada en Alemania bajo el nombre de Bilz-Brause. Ante tanta imitación alrededor del mundo, el brebaje alemán cambio de nombre a Sinalco (Sin alcohol), bebida que se mantiene en el mercado hasta nuestros días. En Chile se mantuvo como Bilz, la formula y marca pasaron a CCU, con la venta de la empresa en 1916. Entre ese año y 1933, la planta continuó bajo la administración de don Arturo Ebner Bielefeld, uno de los dos hijos menores. La CCU mantuvo la fábrica en plena producción hasta 1978, con el mismo nombre de Fábrica Ebner. Finalmente el área industrial de la fábrica fue desmantelada entre 1981 y 1982. 


martes, 6 de diciembre de 2011

¡Que no se repita la historia!


Como coleccionista y degustador de cerveza, he pesquisado más de 400 cervecerías (digamos microcervecerías, cervecerías artesanales, de garaje, semi industriales o como quiera que se hagan llamar, o se las llame), actualmente en funcionamiento en nuestro País. Indudablemente que con el paso de algunos años más, esta aparición champiñonesca irá disminuyendo, el mercado se regulará, el número de cervecerías tenderá a reducirse y la calidad de la cerveza mejorará. Sin embargo, quiero tener esperanzas de que no solo sea el mercado del dinero, el que regule la permanencia de un buen número de cervecerías, para que no se repita la historia.
Entre 1850 y 1900 funcionaron en Chile cerca de 80 cervecerías, muchas de ellas fueron fundadas por colonos e inmigrantes alemanes. Con el paso de los años, algunas fueron cerrando al no poder competir con las que se hacían más grandes y fuertes, o bien porque no ofrecían productos de “buena calidad” (como rezan algunos documentos de la época). 
Recordemos que la Cervecería de Plagemann y Cía. de Valparaíso se fusiona con la Cervecería de Hoffman y Ribbeck de Limache, para formar la Fabrica Nacional de Cerveza, y luego esta se fusiona con la Cervecería de Gubler y Cousiño de Santiago, para formar la conocida Compañía de Cervecerías Unidas. Luego, en la primera mitad del siglo pasado, son absorbidas o compradas las Cervecerías Ebner de Santiago, Andwanter de Valdivia, Mitrovic de Antofagasta, Aubel de Osorno, y Floto de La Serena. 
A raíz del nacimiento de esta gran corporación, a mediados de siglo (1950), no había más de 10 cervecerías autónomas en Chile, reducidas a una producción y ámbito locales, las que con la excepción de la Cervecería Austral de Punta Arenas (Patagona), han desaparecido en su totalidad.
A continuación les muestro las etiquetas de algunas de las desconocidas cervecerías desaparecidas el siglo pasado.
BAUER Y SCHUSTER, Vicuña  -   KELLER, Concepción  -  SCHLICK, Combarbala


SCHEUCH, Illapel   -   REICH, Traiguen 

¿Como evitar que la historia se repita?, ¿como hacemos para que de aquí a unos años más no tengamos solo 5 o 10 cervecerías controladas por los grupos económicos, bajando la calidad para subir la utilidad?. Creo que tiene mucho que ver en ello, la calidad de la cerveza que se produce. Pero también no solo basta con la buena calidad lograda por algunos pocos, mientras más cervecerías produzcan buena cerveza, más amplio será el mercado, y más difícil será que las grandes compañías puedan abarcarlo.



miércoles, 23 de noviembre de 2011

Báltica, una chela chilena, que no lo es tanto


La Báltica, el caballito de batalla de Cervecería Chile, desde su nacimiento en 1996 ha sido una cerveza popular y de bajo costo. ¿Alguien sabia que en los últimos meses las latas de báltica que se venden en los supermercados chilenos son hechas en USA?,  ¿Cómo es posible que una cerveza que se produce y envasa en USA, bajo altos standares,  y a lo cual hay que sumar el flete, sea una de las más baratas cervezas del mercado?. Así es, y lo más probable es que muy pocos se hayan dado cuenta, excepto los coleccionistas que siempre están leyendo la letra chica de los envases. (Es producida y envasada en USA por Anheuser–Busch Inc).

A través de estos años de existencia de Báltica, hemos tenido en el mercado producciones hechas en Argentina y Bolivia. De hecho, el primer año de circulación de Báltica en Chile, todas las latas eran producidas y envasadas por Cervecería y Maltería Quilmes, de Argentina.  Esta importación de Báltica desde Argentina, se ha producido en bastantes oportunidades a través de los últimos años.
Un hecho destacable es la producción de cerveza Báltica en Bolivia. En varias ocasiones hemos visto en las estanterías de nuestros supermercados latas producidas por Cervecería Boliviana Nacional S.A., y lo más notable aún, es que esta cervecería produce Báltica para el mercado Boliviano, incluso con cambios de envases, como se aprecia en las fotografías adjuntas.
Junto con Cervecería Chile S.A., que si ha producido Báltica en Chile (je, je), no hay duda que estas grandes y prestigiosas cerveceras tienen una basta experiencia en la elaboración de cerveza, pero la pregunta es, ¿alguien había mencionado que cada cierto tiempo la cerveza al interior de las latas, había cambiado?.

Ya no resulta sorprendente percatarse de que los negocios de las grandes corporaciones cerveceras, son un tanto extraños, por decir lo menos.  Cervecería Chile S.A., que produce Báltica, es controlada por InBev y Anheuser-Busch, por lo que no es de extrañar que las latas sean producidas en la fábrica de St. Louis de Anheuser-Busch. También nos resulta extraño (y único en el mundo), que la Budweiser (Producto estrella de Anheuser-Busch) sea producida por la filial de CCU en Argentina, competencia directa de Cervecería Chile S.A., por tanto competencia directa de su propia matriz.
Lo bueno de todo esto, de que ocurran estos acontecimientos, es que el coleccionismo toma más sabor. Espero haber dejado claras dos cosas, la Báltica no es tan chilena como parece, y la próxima vez que compren una cerveza, revisen la letra chica.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Cervecería Floto de La Serena

A pesar de que lamentablemente, no existe mucha información sobre esta cervecería, hoy les mostraré la cervecería “Floto”, que estuvo instalada en La Serena, ciudad ubicada en la Región de Coquimbo, en el denominado norte chico de Chile.

La cervecería Floto, nace como “Cervecería Alemana”, y es fundada en 1867 por el inmigrante alemán Enrique Federico FlotoFloto contrae matrimonio con Inés Paula Matilde Klix, en la ciudad de Tocopilla el 19 de Enero de 1858, y tienen 6 hijos (Federico, Adolfo, Paulina, Antonia, Gustavina y Carlos).
La fábrica pasó a manos de su hijo mayor, Federico Segundo quien ya por 1883 había instalado una industria similar en Vallenar.
Una de las primeras etiquetas, del 1900 o tal vez antes. (nótese que el logotipo son 2 letras F, no así las tapas de la derecha que corresponden a la segunda etapa de la cervecería)
El segundo hijo de Federico, Juan Adolfo Floto Klix, a través de la empresa Adolfo Floto y Cía. Ltda., adquiere la propiedad de la fabrica, denominándola Cervecería Chilena.
Adolfo Floto fue un exitoso empresario, que además de mantener la propiedad de la cervecería, fue dueño de la empresa eléctrica de Coquimbo (Emec, hoy Conafe).
De la etiqueta podemos deducir que la cervecería cuando paso a manos de Adolfo Floto,
se denominó "Cervecería Chilena"
Se conocen dos tipos de botellas de la cervecería, a saber:

La botella 1, corresponde a la primera botella patentada por Adolfo Floto el 3 de Enero de 1938, en la inscripción de la patente se lee:
 “Un nuevo modelo de envase para cerveza y otras bebidas, caracterizados por su ornamentación formada por dos dibujos en relieves uno a la altura del nacimiento del gollete, y el otro cerca de la base dibujos consistentes en grecas horizontales que van rodeando la botella siendo la superior más chica que la greca inferior, e interrumpida en dos lados”
La botella 2, corresponde a la Patente solicitada el  12 de Febrero de 1949., dice textual: 
“Un nuevo modelo de envase para cerveza del tipo de cuerpo cilíndrico caracterizado por tener dos rodones en la parte superior e inferior del cuerpo y por la combinación de su ornamentación compuesta de dos escudos uno inscrito en el otro que lleva leyendas en el espacio comprendido entre ambos todas ellas en relieve y dispuestas en la forma descrita”


Balmaceda 280, en La Serena, dirección donde se ubicó la fabrica floto y
luego la CCU, desde por lo menos el año 1891.
En el año 1950, la empresa Adolfo Floto y Cía. Ltda., vende la cervecería a la CCU (Compañía de Cervecerías Unidas).


Bibliografía:  Una bebida moderna: la cerveza en Chile en el siglo XIX, Juan Ricardo Couyoumdjian;
Almanaque Nacional para 1877, Román Vial; www.patentesonline.cl;  www.familysearch.org
y recopilación personal




viernes, 2 de septiembre de 2011

Cervecería Aubel de Osorno


Siguiendo con nuestro recorrido por las primeras cervecerías de Chile, esta vez les hablare de la primera cervecería instalada en Osorno, ciudad ubicada en la Región de Los Lagos, al sur de Chile.

Jorge (Georg) Aubel Buckle, hijo de Inmigrantes Alemanes, es considerado uno de los impulsores  de la cerveza en Chile, pues a la edad de 24 años, funda en el año 1892, la “Cervecería Aubel”, que estuvo ubicada en calle Mackenna, entre las calles Arturo Prat y Freire. La fábrica comenzó sus actividades en forma modesta, produciendo pequeñas cantidades, pero en pocos años, con la introducción de innovaciones tecnológicas de primer nivel para este tipo de industria y para la época, logró posicionar sus productos a nivel internacional. Lamentablemente, esta primera fábrica se incendió un 31 de diciembre de 1912, a eso de la medianoche, justo cuando las sirenas anunciaban el nuevo año, por lo que los bomberos de la ciudad se confundieron, permitiendo que el fuego arrasara con la totalidad de las instalaciones.
Una de las primeras etiquetas, probablemente de los años 20.
Frente al desastre, Aubel no se amilanó. Viajó a Alemania, donde hizo confeccionar un nuevo diseño para levantar otra fábrica y provisto de los planos contrató a técnicos germanos para construirla y dirigirla. La nueva industria quedó ubicada en calle Los Carrera entre Prat y Angulo, terreno de propiedad de Germán Hube, abuelo de Eduviges Renz Hube, esposa de Aubel.
La nueva fábrica estuvo lista en 1913, y comenzó su producción en enero de 1914. El volumen de cerveza que entregaba diariamente era de 30.000 litros y su producción llegaba a todo el país,    desde Arica a Punta Arenas, y también una cantidad importante se exportaba a países como Brasil y Argentina. Además en las mismas instalaciones se producía hielo y el “Café de Malta Aubel”, de gran aceptación en aquella época.
Etiqueta de finales de los años 30, cuando ya era una fabrica CCU.
La Cerveza Aubel se presento en varias exposiciones industriales a nivel internacional, como en Bolivia y España, donde obtuvo importantes distinciones, como se puede apreciar en las etiquetas. La industria ocupaba 11 empleados y 100 operarios, los que eran exhaustivamente seleccionados y mantenían una rígida capacitación en cada temporada. 

Jorge Aubel falleció el año 1922 y la fábrica siguió en manos de su sucesión hasta 1934 cuando fue vendida a la Compañía de Cervecerías Unidas. La empresa se mantuvo operativa y en las mismas instalaciones hasta 1993, pero cuando terminaba el milenio fue desmantelada y trasladada a Temuco.
Bibliografía:  Diario El Austral de Osorno, www.genealog.cl y recopilación personal

martes, 30 de agosto de 2011

Cervecería Austral de Puerto Montt - Cervecería Stange


Los orígenes de la poco conocida Cervecería Austral de Puerto Montt, se remontan a los últimos años del siglo 19, y a la llegada a Chile del inmigrante alemán Augusto Trautmann.
Augusto Trautmann Scharf nace en Silesia, Alemania, en 1843 y llega a Chile junto a sus padres y hermanos en el barco “Alfred” el 22 de diciembre de 1856, el cual había zarpado de Hamburgo con destino a Puerto Montt, cuatro meses antes. Esta familia de inmigrantes recibió la chacra N° 21 en el sector de Volcán (ribera norte del lago Llanquihue). Casado con Susanna Klocker Hechenleitner en 1868, la pareja tiene 5 hijos. Luego de 7 años de matrimonio, fallece su esposa. Vuelve a casarse en 1875, con Luise Holtheuer Holthoff, con quien tiene 7 hijos más. Su vida laboral, se desarrollo principalmente como constructor. Entre sus obras se le atribuye, junto a Matías Doggenweiler, la construcción de la actual iglesia Catedral de Puerto Montt, inaugurada en 1872. Cuando comenzó con la fabricación de cervezas, el consumo solo estaba destinado a las siempre sedientas gargantas germanas. 

Augusto Trautmann Scharf

Tras varios años, en 1888 fundó una fábrica montada en calle “Urmeneta”, al inicio de la cuesta de igual nombre.  Augusto Trautmann tenía prestigio por la excelente calidad de cerveza Bock que servía a sus clientes, hasta su muerte el año 1910.-


Cervecería Stange, en calle Urmeneta, fotografía del año 1900
El 1 de junio de 1911 la fábrica pasa a ser propiedad de la “Sucesión Federico (Friedrich) Stange”, cervecero alemán que había llegado a Chile en 1857. Bajo la dirección técnica del hijo mayor, Osvaldo Stange Ditzel, se amplia el establecimiento, pues la demanda de cerveza aumentaba año a año. Junto a lo anterior se instalaron maquinarias para aumentar la producción, la fabricación y mejorar un producto que daba respuesta al siempre creciente consumo.
                               

Años más tarde, la cervecería pasó a manos de los hijos mayores, Osvaldo y Leonardo Stange Ditzel, quienes bajo la razón social, ”Stange Hermanos”, siguieron durante un par de décadas con la explotación de esta empresa.  En este periodo, la cervecería obtuvo la Medalla de oro en la Exposición de La Paz, Bolivia, en 1925, y en el año 1934, el Gran Premio en la Exposición Regional de Chiloé.  El 5 de mayo de 1933, y tras un aumento de capital, la empresa fue adquirida por una nueva entidad comercial, ”Stange y Cía. Ltda.”, integrada por los señores Heriberto Stange, Osvaldo Stange, Arturo Hartung, José Luis Wistuba y Guillermo Rensinghoff. Siempre manteniendo la administración técnica de Osvaldo Stange Ditzel.


En 1946, ante la imposibilidad de seguir importando lúpulo desde Europa debido a la Segunda Guerra Mundial, los socios transfirieron su patrimonio al comerciante  Guillermo Rensingoffl. Luego la sociedad ”Kusch y Lyng Ltda” (Heinz Kusch y Raúl Lyng), adquiere la cervecería, la que pasa a llamarse “Cervecería Austral de Puerto Montt”.


Esta es la característica botella serigrafiada de la cervecería, cuya patente es solicitada por la sociedad en el año 1958.
Edificio de la Cervecería (Fotografia de Pablo Fábrega Zelada)
La cervecería sigue funcionando a sobresaltos hasta su cierre definitivo a fines de los 70's (cuando producían la cerveza Águila)


Finalmente en 1999, la marca "Cervecería Austral", es adquirida por la entonces cervecería Polar (que pasa a llamarse Cervecería Austral de Punta Arenas)


Bibliografía: 
Diario El Llanquihue,
Centro de Estudios del Patrimonio Histórico de la Provincia de Llanquihue (CEPH), 
www.genealog.cl, 
Recopilación personal.

lunes, 22 de agosto de 2011

Cervecería "La Patagona"


La patagona” es la primera cervecería de la Región de Magallanes, en el extremo sur de Chile, la que más tarde se convertirá en la conocida “Cervecería Austral”.  Aquí les presento, a través de las etiquetas más antiguas de esta cervecería, algo de su historia.

La industria cervecera Magallánica tiene su origen gracias al progresista ciudadano alemán José Fischer, quien llega a la zona procedente de Valdivia, donde fue por un tiempo el técnico (Maestro Cervecero) de la gran Cervecería de los Hermanos Anwandter
En 1896 funda la sociedad Fischer y Cía, con el apoyo de varios socios capitalistas, entre los que se cuenta a Helmuth Petersen. Gracias a estos aportes logra construir la fábrica de cerveza “La Patagona”, (en la ubicación que se mantiene hasta la actualidad, y en la calle que hoy toma su nombre).

Aparentemente Fischer habría producido cerveza antes de “La Patagona”
bajo el nombre de Cervecería Alemana de José Fischer, como se aprecia en las fotografías.-
Las etiquetas reflejan los primeros años de la sociedad, con el Logotipo Fischer & Petersen.
La fábrica fue implementada con el más moderno equipamiento de la época, ya que desde sus comienzos debió competir con la cerveza importada de Alemania e Inglaterra. Las instalaciones le permitían llegar a producir un millón de litros por año, sin embargo solo llego a producir de 400 a 500 mil litros por año, (algo así como 1.500 ltrs. diarios). Don José Fischer se había casado en Alemania con Margarita Haessler, con quien tuvo 5 hijos.
Estas etiquetas mencionan el premio obtenido en la exposición de Magallanes de 1915.-


Stand de “La Patagona” en la Exposición Comercial e Industrial de Magallanes de 1915.

Luego de su muerte, a fines de agosto de 1916, se hacen cargo de la cervecería su hijo primogénito y experto técnico José Fischer Haessler y don Enrique Dirsch. Los restos de este emprendedor alemán se encuentran sepultados en el cementerio municipal de Punta Arenas, en la tumba familiar, donde yace junto a varios de sus descendientes.

Bibliografía: 
Recopilación y colección personal - Patagonia y Antártida, Personajes Históricos, 2011, Nelson Toledo. 
Guía de comercio e industrias en Magallanes, 1918, Julio Collado.  -  Algunas fotografías, Hendrik Thomann.-




viernes, 24 de junio de 2011

La hija que viene



Desde el año 1997 se realizan convenciones de coleccionismo cervecero en Sudamérica, pero en la convención del año 2006, en Buenos Aires, por primera vez surge la idea de hacer un evento de coleccionismo que tenga la potencia de atraer a coleccionistas de todo el mundo. En esa oportunidad acordamos entre todos los clubes sudamericanos, realizar un evento cada dos años, que reuniera y conciliara las fuerzas e intereses de todos.
Es así como la primera Cervexpo se realizó, con gran éxito en Porto Alegre, Brasil, el año 2008. La Segunda Cervexpo, la disfrutamos en Octubre recién pasado, en Rosario, Argentina, y fue allí donde confirmamos que realizaríamos en Chile la Tercera Cervexpo.
En ese momento me sentí igual que un marido muy joven que recibe la noticia de que va a ser padre. Somos padres jóvenes porque en Chile recién se dan los primeros pasos en el coleccionismo cervecero, y si bien nos embarga un cierto temor natural a lo desconocido, también nos llena de orgullo y nos da fuerza el saber que enfrentaremos una gran responsabilidad. Esta vez tendremos un poco más de tiempo para prepararnos, pues si Dios quiere, esta niña nacerá en Octubre de 2012, lo más probable en Santiago de Chile. Como en toda familia, tendremos la ayuda de nuestros hermanos, coleccionistas chilenos que estarán apoyando en el día a día. Estarán nuestros primos y tíos, Argentinos y Brasileros, que con su jovialidad y experiencia, serán una ayuda fundamental. También estarán los abuelos, coleccionistas avezados (y aquí no nombro a ninguno), que con su experiencia y amor algunas veces irresponsable, son parte imprescindible de la familia. 
El desafío de ser padres de esta hermosa fiesta esta asumido, pondremos todo nuestro esfuerzo en ello, incluyendo toda nuestra capacidad técnica y organizativa, así como la hospitalidad que nos caracteriza como chilenos. Cuando esta niña llegue, esperamos contar con toda la familia Latinoamericana en Santiago, y no sólo con la familia, también quiero invitar a  participar a todos nuestros parientes, vecinos y conocidos, es decir, a todos los coleccionistas cerveceros del mundo, que quieran compartir con nosotros el nacimiento de nuestra tercera hija.

domingo, 12 de junio de 2011

¿Cuál es la mejor cerveza? (Segunda Parte)


Hoy mientras probaba algunas cervezas, comencé a pensar en ¿por qué tomo cerveza?, ¡pues, porque me gusta beberla!. Uno de los principales aspectos para que una cerveza sea la mejor, es que se pueda beber fácilmente, y se pueda beber, digamos, en abundancia. Eso es contrario a lo que me pasa con la mayoría de las cervezas artesanales chilenas, como ejemplo un botón, lean lo que sigue:

Monte Verde, Negra Crema Ale (Puerto Montt)
Al servir, un espectacular aroma complejo, caramelo, cebada tostada, un aroma profundo a humo, ahumado exquisito. Que gran decepción al probarla, ya me da miedo probar nuevas cervezas artesanales, la mayoría de las veces debo devolver el sorbo. Esta vez no, pero es un sabor fuerte y avinagrado que no me permite seguir. Mal.

Kelen, Stout  (Santiago)
Color negro, no tanto como debería ser. Agradable aroma, se sienten azucares o caramelos, dulces y tostados, ajustada al tipo (me alegro). Poca espuma, poquísima, muy rápida. En boca tiene un cuerpo denso y alicorado, interesante, muy interesante. Tanto que me sorprende (aquí es cuando uno mira la botella, revisa la etiqueta y se pregunta ¿y esto?). No sabe como a 5º de alcohol, creo que esta más cerca de una Barley Wine. No es mala, pero no es la mejor cerveza artesanal que he probado, de ninguna manera… me hizo recordar los asados domingueros, quizás me vendrá bien la próxima vez, después del asado, con una torta de chocolate al postre. Es casi para bajativo.

Kelen, Golden Ale (Santiago)
Poco aroma, dulzón. La espuma no existe, extremadamente gasificada, mal. El gusto es como agua con chicle, se abalanza de buenas a primeras un caramelo repugnante, no la puedo beber. Pésimo.



De las 4.000 latas de cerveza y no se cuantas botellas importadas que tengo, he bebido más de 900 distintas, en los 15 años que llevo coleccionando Breweriana. Cervezas buenas y malas, casi todas las he terminado de beber (Excepto una “cola bier” de Alemania, repugnante!). Una cerveza que permite beberla en forma fácil, y completamente, y volver a beberla, en una y en otra ocasión, será una cerveza que este más cerca de ser la mejor. 


viernes, 3 de junio de 2011

¿Cuál es la mejor cerveza? (Primera parte)


¿Porqué el titulo?, sencillamente cuando comencé a escribir, mientras probaba estas nuevas cervezas, me acorde de la pregunta que a menudo me hacen. Y segundo, es una primera de muchas partes, porque creo que es requetedifícil contestarla. Antes de hacerlo comento como me fue con las artesanales…

Abad, Amber, Gules (Santiago)
Color cobre luminoso, la espuma gruesa y excesiva. Aroma muy leve a masas. OMG dirían por allí, el sabor es un golpe fuerte y muy claro, terroso y gomoso, se nota quizás una excesiva levadura, y también hay un lúpulo extraño, con un amargor siniestro que a medida que pruebo aparentemente mejora la textura y el cuerpo. Pero es solo aparente, al final el regusto es desagradable. Maluenda.

Kuhba, Red Ale (Pucón)
Color cobre luminoso, con espuma abundante pero muy gasificada, en la nariz no esta muy bien, entre florido y frutal, en un principio, pero nauseabundo al final. El sabor es a guindas, luego un poco picante, y al final agrio. Mal. Tres sorbos y la dejo.

Patagonia Andina, Porter Ale (Villarrica)
Color café oscuro, bien oscuro, espuma amarillenta, abundante y buena. El aroma es buenisimo (a veces pienso que era lo que olía cuando fumaba). Granos de café, tal vez con higos, me despierta los sentidos. El gusto me decepciona, un tanto insípido, con un final cítrico y agrio. El cuerpo casi reprueba, en definitiva tomable, pero en el mínimo.

Una de las cosas que hace reconocer la mejor cerveza, es cuando se encuentra una cerveza que nos complace, establecemos una relación, y volvemos cada vez que podemos a ella, esa es la mejor cerveza. Creo que tiene un cierto parecido al amor filial. No importa lo que pueda acontecer entre los padres y los hijos, casi siempre se mantendrá inalterable la relación.


miércoles, 1 de junio de 2011

La Cata Activa


No comenten ni difundan este artículo, pues voy a exponer mi opinión sobre algunas cervezas y no quiero enemistarme con nadie. No, no se trata de eso… solo expresaré mi opinión sobre las cervezas que tengo enfrente, que como todas las cosas, están sujetas a critica.
Kanay Ale Rubia
Color cobre luminoso, con espuma abundante pero efímera, el olor está bien, a frutos (Duraznos), el sabor es un poco agrio y dulzón a la vez, el final es amargo, acido, mal. Casi sin cuerpo, muy liquida, no parece cerveza. Mal. Tres sorbos y se bota.
Abad, Cerveza Rubia, Cathar
Color amarillo pálido y turbio, con espuma excesiva, gasificada en extremo (se derrama del vaso), un aroma a trigo y masas, muy tenue. Sabor también a masas, y también leve, con fondo un tanto agrio e insípido. Cuerpo débil, muy ligero. Sin regusto final. Mal. 4 sorbos y la boto.
Abad, Cerveza oscura, Montesa
Color caoba, no muy oscuro, con visos luminosos, espuma sobria, gasificada, no muy duradera, el olor es malta, café y moca, más café que nada. Cuerpo muy débil, acuosa y “cafeinada”, regusto un tanto agrio, malita.

Definitivamente si estuviera evaluando y catando sabores distintos, de a sorbos, concentrado y en otra, tal vez sería más considerado en mis comentarios, pero solo quiero tomarme una cerveza, y estas tres últimas no alcanzan a serlo. Justo hoy, que mi señora salía, mis hijos están con sus cosas, pensaba saborear un par de chelitas nuevas, pero no pude. Casi salgo al negocio de la esquina a buscar una Cristal, aunque al final me tome completa la botella de la Abad “Oscura”, que no se si es Stout, Porter, Malta, o qué.-
Sin duda que la cata pasiva, es decir la cata de laboratorio, con condiciones preparadas y especiales, con variedad de cervezas y opiniones diversas, es un barómetro necesario para las cervecerías. Pero yo creo en la cata activa, es decir con la variable de tiempo de consumo, de lugar, de clima, de compañía, etc.   En fin, ya se que cervezas no volveré a beber, por lo menos por un tiempo.



viernes, 25 de marzo de 2011

¿Que hago ahora contigo?


Me he sorprendido diciendo esto en voz alta, quizás recordando a un grande como Silvio. Afortunadamente no había ningún miembro de mi familia presente que ratificara mi locura, pues exclame esto ante el último posavasos que llego a mis manos…

¿Que hago ahora contigo?, eres de un “restobar”(1) de la ciudad de Valdivia, pero estas patrocinado por dos cervecerías, “Kunstmann” y “Bundor”. ¿Cómo clasifico esto en la colección?..
Algunas pistas me ha dado la “NABA” (National Association Breweriana Advertising – www.nababrew.com ).  Este club Norteamericano va más allá de guardar las latas y botellas, se especializa en, como su nombre lo indica, publicidad cervecera.  Es así que entendemos que la publicidad cervecera no es necesariamente hecha únicamente por las cervecerías, sino también por los agentes de venta de ellas.   Uff.. la colección crece!, y después de todos estos años recién me queda claro que todo objeto (Lata, botella, vaso, posavasos, gorro, llavero, abridor, encendedor, cartel, polera, etc., etc., etc.),  que lleve el nombre de una cerveza o cervecería, es coleccionable.
A continuación algunos otros ejemplos de posavasos de lo que podríamos llamar “publicidad cervecera patrocinada por los agentes de venta”….


   (1) Restobar: Nombre que se da en Chile al lugar que combina la comida (Restaurant) y la bebida (Bar). El nombre no esta reconocido por la RAE.

sábado, 12 de marzo de 2011

Los cachureos de los cachureos


Según la RAE, “Cachureo” es el nombre coloquial que se da en Chile al conjunto de objetos desechados, pero según mi señora esposa, son leseras, porquerías, y cuando esta más enojada, son basura. La verdad que para los coleccionistas los “cachureos” se acumulan en la medida que uno va recogiendo y armando su colección, pero a veces, hay cosas que no son tan propias o especificas de la colección, pero están relacionadas y el coleccionista las atesora e igual las guarda. Les voy a hablar de mi colección de Cristalería, y para comenzar, aquí una foto de tres hermosas piezas que sobrevivieron al terremoto.
Un schopero de madera, hecho con un tronco, una copa con asa de pvc hecho de una lata de cerveza, una copa hecha con 2 pedazos de botella de cerveza, etc, ¿son parte de la colección?,,, Uno de los grandes coleccionistas Argentinos dice (y coincido con él), que la Breweriana se refiere al coleccionismo de todos los elementos y objetos utilizados por las cervecerías para la comercialización de la cerveza.  Bajo ese punto de vista, todo schopero, vaso o copa que no provenga de una cervecería, no debería ser parte de una colección.  Recuerdo hace unos años, haber escuchado a un amigo coleccionista brasilero refunfuñar sobre los vasos falsos o truchos, que circulaban mucho en Brasil, en ese momento pensé que eso no pasaría en Chile, pero según lo visto en la última fiesta de la cerveza, me equivoque. Ojo con los vasos “truchos”, pues podemos encontrar hermosos vasos con gravados espectaculares de logos de cervecerías, pero que no son originales. Están también los schoperos conmemorativos, es decir los que traen gravado el nombre o evento, técnicamente estos también no son parte de la colección, pero ¿A quien no le gusta un recuerdo, de por ejemplo, Malloco 2007?.  Como he dicho otras veces, en el coleccionismo no hay reglas, pero para mí, estos vasos que no son de cervecerías, son los Cachureos de los Cachureos.