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viernes, 24 de junio de 2011

La hija que viene



Desde el año 1997 se realizan convenciones de coleccionismo cervecero en Sudamérica, pero en la convención del año 2006, en Buenos Aires, por primera vez surge la idea de hacer un evento de coleccionismo que tenga la potencia de atraer a coleccionistas de todo el mundo. En esa oportunidad acordamos entre todos los clubes sudamericanos, realizar un evento cada dos años, que reuniera y conciliara las fuerzas e intereses de todos.
Es así como la primera Cervexpo se realizó, con gran éxito en Porto Alegre, Brasil, el año 2008. La Segunda Cervexpo, la disfrutamos en Octubre recién pasado, en Rosario, Argentina, y fue allí donde confirmamos que realizaríamos en Chile la Tercera Cervexpo.
En ese momento me sentí igual que un marido muy joven que recibe la noticia de que va a ser padre. Somos padres jóvenes porque en Chile recién se dan los primeros pasos en el coleccionismo cervecero, y si bien nos embarga un cierto temor natural a lo desconocido, también nos llena de orgullo y nos da fuerza el saber que enfrentaremos una gran responsabilidad. Esta vez tendremos un poco más de tiempo para prepararnos, pues si Dios quiere, esta niña nacerá en Octubre de 2012, lo más probable en Santiago de Chile. Como en toda familia, tendremos la ayuda de nuestros hermanos, coleccionistas chilenos que estarán apoyando en el día a día. Estarán nuestros primos y tíos, Argentinos y Brasileros, que con su jovialidad y experiencia, serán una ayuda fundamental. También estarán los abuelos, coleccionistas avezados (y aquí no nombro a ninguno), que con su experiencia y amor algunas veces irresponsable, son parte imprescindible de la familia. 
El desafío de ser padres de esta hermosa fiesta esta asumido, pondremos todo nuestro esfuerzo en ello, incluyendo toda nuestra capacidad técnica y organizativa, así como la hospitalidad que nos caracteriza como chilenos. Cuando esta niña llegue, esperamos contar con toda la familia Latinoamericana en Santiago, y no sólo con la familia, también quiero invitar a  participar a todos nuestros parientes, vecinos y conocidos, es decir, a todos los coleccionistas cerveceros del mundo, que quieran compartir con nosotros el nacimiento de nuestra tercera hija.

domingo, 12 de junio de 2011

¿Cuál es la mejor cerveza? (Segunda Parte)


Hoy mientras probaba algunas cervezas, comencé a pensar en ¿por qué tomo cerveza?, ¡pues, porque me gusta beberla!. Uno de los principales aspectos para que una cerveza sea la mejor, es que se pueda beber fácilmente, y se pueda beber, digamos, en abundancia. Eso es contrario a lo que me pasa con la mayoría de las cervezas artesanales chilenas, como ejemplo un botón, lean lo que sigue:

Monte Verde, Negra Crema Ale (Puerto Montt)
Al servir, un espectacular aroma complejo, caramelo, cebada tostada, un aroma profundo a humo, ahumado exquisito. Que gran decepción al probarla, ya me da miedo probar nuevas cervezas artesanales, la mayoría de las veces debo devolver el sorbo. Esta vez no, pero es un sabor fuerte y avinagrado que no me permite seguir. Mal.

Kelen, Stout  (Santiago)
Color negro, no tanto como debería ser. Agradable aroma, se sienten azucares o caramelos, dulces y tostados, ajustada al tipo (me alegro). Poca espuma, poquísima, muy rápida. En boca tiene un cuerpo denso y alicorado, interesante, muy interesante. Tanto que me sorprende (aquí es cuando uno mira la botella, revisa la etiqueta y se pregunta ¿y esto?). No sabe como a 5º de alcohol, creo que esta más cerca de una Barley Wine. No es mala, pero no es la mejor cerveza artesanal que he probado, de ninguna manera… me hizo recordar los asados domingueros, quizás me vendrá bien la próxima vez, después del asado, con una torta de chocolate al postre. Es casi para bajativo.

Kelen, Golden Ale (Santiago)
Poco aroma, dulzón. La espuma no existe, extremadamente gasificada, mal. El gusto es como agua con chicle, se abalanza de buenas a primeras un caramelo repugnante, no la puedo beber. Pésimo.



De las 4.000 latas de cerveza y no se cuantas botellas importadas que tengo, he bebido más de 900 distintas, en los 15 años que llevo coleccionando Breweriana. Cervezas buenas y malas, casi todas las he terminado de beber (Excepto una “cola bier” de Alemania, repugnante!). Una cerveza que permite beberla en forma fácil, y completamente, y volver a beberla, en una y en otra ocasión, será una cerveza que este más cerca de ser la mejor. 


viernes, 3 de junio de 2011

¿Cuál es la mejor cerveza? (Primera parte)


¿Porqué el titulo?, sencillamente cuando comencé a escribir, mientras probaba estas nuevas cervezas, me acorde de la pregunta que a menudo me hacen. Y segundo, es una primera de muchas partes, porque creo que es requetedifícil contestarla. Antes de hacerlo comento como me fue con las artesanales…

Abad, Amber, Gules (Santiago)
Color cobre luminoso, la espuma gruesa y excesiva. Aroma muy leve a masas. OMG dirían por allí, el sabor es un golpe fuerte y muy claro, terroso y gomoso, se nota quizás una excesiva levadura, y también hay un lúpulo extraño, con un amargor siniestro que a medida que pruebo aparentemente mejora la textura y el cuerpo. Pero es solo aparente, al final el regusto es desagradable. Maluenda.

Kuhba, Red Ale (Pucón)
Color cobre luminoso, con espuma abundante pero muy gasificada, en la nariz no esta muy bien, entre florido y frutal, en un principio, pero nauseabundo al final. El sabor es a guindas, luego un poco picante, y al final agrio. Mal. Tres sorbos y la dejo.

Patagonia Andina, Porter Ale (Villarrica)
Color café oscuro, bien oscuro, espuma amarillenta, abundante y buena. El aroma es buenisimo (a veces pienso que era lo que olía cuando fumaba). Granos de café, tal vez con higos, me despierta los sentidos. El gusto me decepciona, un tanto insípido, con un final cítrico y agrio. El cuerpo casi reprueba, en definitiva tomable, pero en el mínimo.

Una de las cosas que hace reconocer la mejor cerveza, es cuando se encuentra una cerveza que nos complace, establecemos una relación, y volvemos cada vez que podemos a ella, esa es la mejor cerveza. Creo que tiene un cierto parecido al amor filial. No importa lo que pueda acontecer entre los padres y los hijos, casi siempre se mantendrá inalterable la relación.


miércoles, 1 de junio de 2011

La Cata Activa


No comenten ni difundan este artículo, pues voy a exponer mi opinión sobre algunas cervezas y no quiero enemistarme con nadie. No, no se trata de eso… solo expresaré mi opinión sobre las cervezas que tengo enfrente, que como todas las cosas, están sujetas a critica.
Kanay Ale Rubia
Color cobre luminoso, con espuma abundante pero efímera, el olor está bien, a frutos (Duraznos), el sabor es un poco agrio y dulzón a la vez, el final es amargo, acido, mal. Casi sin cuerpo, muy liquida, no parece cerveza. Mal. Tres sorbos y se bota.
Abad, Cerveza Rubia, Cathar
Color amarillo pálido y turbio, con espuma excesiva, gasificada en extremo (se derrama del vaso), un aroma a trigo y masas, muy tenue. Sabor también a masas, y también leve, con fondo un tanto agrio e insípido. Cuerpo débil, muy ligero. Sin regusto final. Mal. 4 sorbos y la boto.
Abad, Cerveza oscura, Montesa
Color caoba, no muy oscuro, con visos luminosos, espuma sobria, gasificada, no muy duradera, el olor es malta, café y moca, más café que nada. Cuerpo muy débil, acuosa y “cafeinada”, regusto un tanto agrio, malita.

Definitivamente si estuviera evaluando y catando sabores distintos, de a sorbos, concentrado y en otra, tal vez sería más considerado en mis comentarios, pero solo quiero tomarme una cerveza, y estas tres últimas no alcanzan a serlo. Justo hoy, que mi señora salía, mis hijos están con sus cosas, pensaba saborear un par de chelitas nuevas, pero no pude. Casi salgo al negocio de la esquina a buscar una Cristal, aunque al final me tome completa la botella de la Abad “Oscura”, que no se si es Stout, Porter, Malta, o qué.-
Sin duda que la cata pasiva, es decir la cata de laboratorio, con condiciones preparadas y especiales, con variedad de cervezas y opiniones diversas, es un barómetro necesario para las cervecerías. Pero yo creo en la cata activa, es decir con la variable de tiempo de consumo, de lugar, de clima, de compañía, etc.   En fin, ya se que cervezas no volveré a beber, por lo menos por un tiempo.