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viernes, 23 de diciembre de 2011

La Cervecería de Andrés Ebner, Santiago

En este periplo entre la historia y el coleccionismo, hoy les mostraré la cervecería de“Andrés Ebner”, que estuvo instalada en el sector norte de Santiago de Chile, y que formó parte de las cervecerías precursoras de la Compañía Cervecerías Unidas, CCU.
Andres Ebner y su Señora Caroline Bielefeld
Andreas (Andrés) Ebner Aussenhofer nace el 11 de Enero de 1850, en Lauingen, Bavaria, Alemania, y estudia cervecería en la Universidad, en la colina de Weihenstephan, en Freising. Contrae matrimonio en Chile, con Caroline Bielefeld Kaiser, a quien había conocido en Perú, y con quien tiene 12 hijos. Andrés era católico y Caroline era luterana, al contraer matrimonio se casaron por ambas iglesias; y posteriormente sus hijos varones fueron católicos y las hijas luteranas.
En 1872,  Ebner inicia su trabajo como empresario cervecero, de manera artesanal y tal vez trabajando para otros reconocidos cerveceros de la época. En el año 1875, Ebner formaliza la Sociedad Fábrica de Cerveza Andrés Ebner. En 1878, compra a la familia Koch una planta cervecera en la ribera norte del río Mapocho, que había sido fundada en 1850 por Johann Valentín Koch, un alemán también de origen bávaro.   Tras el incendio  de esta fabrica, Ebner se traslada en 1880 a La Cañadilla 145, comprando a Adolfo Pohlmann, la planta La Estrella que ya existía en el lugar. Entre 1885 y 1888, la empresa se expande con el aporte de capital de sus dos hermanos Juan y Antonio. Después de 1890, Ebner comienza a involucrar a sus hijos en la empresa, dejando a los mayores en labores administrativas. A fines de la misma década envía además a sus dos hijos menores a Heidelberg, Alemania, para realizar estudios de  cervecería y adquirir en el viejo continente nuevos conocimientos sobre la materia. 

En diciembre de 1905 y aquejado de un cáncer, don Andrés Ebner, fallece.  La empresa pasa a manos de su hijo Maximiliano Ebner Bielefeld, quien al poco tiempo vende parte de la Fábrica, a la Sociedad Gubler-Cousiño, empresa de la cual nacería la Compañía de Cervecería Unidas (CCU).


Fachada del edificio que fuera la famosa Cervecería Ebner, construida en 1880, en calle La Cañadilla 145, hoy Av. Independencia Nº 565, Santiago.  Entre 1885 y 1888, Andrés Ebner renueva la fachada del edificio, y construye además en el sector sur (véase lado derecho de la fotografía), lo que se convertiría en su oficina y nuevo hogar. (Esta sección del edificio, perpendicular a la fachada, presuntamente fue concebida por el Arquitecto Alemán, avecindado en Chile, Adolfo Müller). A pesar de que en 1984, gracias al Decreto Supremo 646, este edificio pasa a ser considerado monumento histórico, hoy se encuentra en manos de particulares, y en el deplorable estado en que se aprecia. 

La empresa Ebner fue innovadora para su tiempo, aparte de contar con la primera planta del país productora de hielo, (50,000 kg. de hielo-día), en 1902 introdujo la gaseosa  Bilz  en el mercado chileno. Esta bebida no alcohólica es creada por el naturópata alemán, Friedrick Eduard Bilz, y comercializada en Alemania bajo el nombre de Bilz-Brause. Ante tanta imitación alrededor del mundo, el brebaje alemán cambio de nombre a Sinalco (Sin alcohol), bebida que se mantiene en el mercado hasta nuestros días. En Chile se mantuvo como Bilz, la formula y marca pasaron a CCU, con la venta de la empresa en 1916. Entre ese año y 1933, la planta continuó bajo la administración de don Arturo Ebner Bielefeld, uno de los dos hijos menores. La CCU mantuvo la fábrica en plena producción hasta 1978, con el mismo nombre de Fábrica Ebner. Finalmente el área industrial de la fábrica fue desmantelada entre 1981 y 1982. 


martes, 6 de diciembre de 2011

¡Que no se repita la historia!


Como coleccionista y degustador de cerveza, he pesquisado más de 400 cervecerías (digamos microcervecerías, cervecerías artesanales, de garaje, semi industriales o como quiera que se hagan llamar, o se las llame), actualmente en funcionamiento en nuestro País. Indudablemente que con el paso de algunos años más, esta aparición champiñonesca irá disminuyendo, el mercado se regulará, el número de cervecerías tenderá a reducirse y la calidad de la cerveza mejorará. Sin embargo, quiero tener esperanzas de que no solo sea el mercado del dinero, el que regule la permanencia de un buen número de cervecerías, para que no se repita la historia.
Entre 1850 y 1900 funcionaron en Chile cerca de 80 cervecerías, muchas de ellas fueron fundadas por colonos e inmigrantes alemanes. Con el paso de los años, algunas fueron cerrando al no poder competir con las que se hacían más grandes y fuertes, o bien porque no ofrecían productos de “buena calidad” (como rezan algunos documentos de la época). 
Recordemos que la Cervecería de Plagemann y Cía. de Valparaíso se fusiona con la Cervecería de Hoffman y Ribbeck de Limache, para formar la Fabrica Nacional de Cerveza, y luego esta se fusiona con la Cervecería de Gubler y Cousiño de Santiago, para formar la conocida Compañía de Cervecerías Unidas. Luego, en la primera mitad del siglo pasado, son absorbidas o compradas las Cervecerías Ebner de Santiago, Andwanter de Valdivia, Mitrovic de Antofagasta, Aubel de Osorno, y Floto de La Serena. 
A raíz del nacimiento de esta gran corporación, a mediados de siglo (1950), no había más de 10 cervecerías autónomas en Chile, reducidas a una producción y ámbito locales, las que con la excepción de la Cervecería Austral de Punta Arenas (Patagona), han desaparecido en su totalidad.
A continuación les muestro las etiquetas de algunas de las desconocidas cervecerías desaparecidas el siglo pasado.
BAUER Y SCHUSTER, Vicuña  -   KELLER, Concepción  -  SCHLICK, Combarbala


SCHEUCH, Illapel   -   REICH, Traiguen 

¿Como evitar que la historia se repita?, ¿como hacemos para que de aquí a unos años más no tengamos solo 5 o 10 cervecerías controladas por los grupos económicos, bajando la calidad para subir la utilidad?. Creo que tiene mucho que ver en ello, la calidad de la cerveza que se produce. Pero también no solo basta con la buena calidad lograda por algunos pocos, mientras más cervecerías produzcan buena cerveza, más amplio será el mercado, y más difícil será que las grandes compañías puedan abarcarlo.