Orígenes:
A finales
del 1800, antes de que la cerveza embotellada se convirtiera en una práctica habitual,
beber cerveza fuera del bar se llevaba a cabo mediante jarras, vasijas de
cerámica y jarras de vidrio, cualquier cosa que pudiera llevar la cerveza a la
casa. El envase más común era un cubo galvanizado o esmaltado de 2 cuartos de
galón (un balde de estaño). Los bares no fueron los únicos que aprovecharon
este negocio. Los adultos pagaban a los niños del vecindario para que
"apresuraran al grumete", llenando los cubos vacíos en el bar, y
llevándolos de vuelta a su oficina u hogar. A estos niños se los llamaba
"niños de cubo" o "niñas de cubo". Los niños más fuertes
llevaban hasta 5 cubos en un palo de madera con muescas, para obtener mayores
ganancias.
¿Por qué
estos cubos se llaman gruñidor (growler)? La
creencia más popular, es que la cerveza gruñe al chapotear alrededor del cubo
de lata cuando el CO2 escapa entre las grietas de la tapa.
Durante
las décadas previas a la ley seca en EE.UU., los luchadores contra el alcohol
se unieron para que se aprobaran leyes que impidieran que los “growler” se
llenaran. Para 1915, 24 ciudades de EE.UU. prohibían el comercio de growler,
sin mencionar a docenas de otras comunidades que restringían el uso de
growlers, incluidos los niños y niñas que llenaban growlers. Así la popularidad
del gruñidor disminuyó en gran medida, hasta desaparecer.
El Growler moderno:
Poco después de abrir la primera
microcervecería moderna (1989) que servía solo en barril, Grand Teton Brewery, en Wyoming, Charlie Otto, uno de sus fundadores, se enfrentó a un dilema. Sus
clientes lamentaban que no pudieran llevar su cerveza a casa. En respuesta, su
padre le dijo "¡Necesitas algún tipo de gruñidor!"
Perplejo,
Charlie preguntó: "¿Qué diablos es un gruñidor?"
Su padre
recordó llenar pequeños cubos de metal en la taberna local y llevar esta
cerveza fresca a su abuelo. Sabiendo que el departamento de salud podría estar
más inclinado a permitir un recipiente de vidrio en lugar de un cubo de metal,
Charlie avanzó, sin ayuda de nadie, logrando que los gruñidores volvieran a
tener un uso moderno. En 1989 compró un pequeño shablon de serigrafia, y
comenzó a imprimir el logotipo de la cervecerìa sobre unas botellas de vidrio
de ½ galón. Estas botellas se llenaron y volvieron a llenar en la cervecería.
¡Y el resto, como dicen, es historia!.
Hoy en
día, el uso del growler está extendido en todo el mundo, y para los
coleccionistas cerveceros hay un nuevo objeto de colección.
Interesante articulo, gracias por compartir
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